Una práctica abierta y desestructurada, donde se baila desde la escucha, el respeto y la libertad de roles. Coordinada por Alejandra Toha y Patricia Antelo, propone un espacio asistido, cálido y horizontal, con perspectiva de género. Se fomenta el cambio de roles y la participación libre, en un ambiente amigable y de disfrute al que puede asistir gente sola o acompañada.